Guillen (2012) indica que la información que se tiene sobre el cerebro humano, órgano responsable del aprendizaje, se ha visto incrementada debido al desarrollo de las nuevas técnicas de visualización cerebral o neuroimágenes. Como consecuencia de estas investigaciones recientes, aparece una nueva disciplina en la que convergen los conocimientos generados por la neurociencia, la educación y la psicología que nos pueden aportar información significativa sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje. A esta se le denomina Neuroeducación, que se encarga de aprovechar los conocimientos del Sistema Nervioso para mejorar la forma de enseñanza y aprendizaje.
Es importante destacar los aspectos o factores que el Docente debe considerar a la hora de apoyarse en la Neuroeducación en la aplicación de sus prácticas profesionales con los educandos. Estos son:
La Atención
Según el modelo de Posner, existen tres redes neurales o sistemas de regiones cerebrales que están interconectadas (Posner y Rothbart, 2007):
De Alerta: Una red que permite alcanzar y mantener un estado de alerta. Por ejemplo, cuando el alumno se queda sorprendido ante el desenlace de un experimento de laboratorio.
Orientativa: Una red que permite dirigir la atención y seleccionar la fuente del estímulo sensorial. Por ejemplo, cuando el alumno está buscando en clase al compañero con el que tiene que realizar la práctica de laboratorio.
Ejecutiva: relacionada con los procesos de control que suministra la base del comportamiento voluntario y que permite regular pensamientos, emociones o acciones. Por ejemplo, cuando el alumno está intentando resolver el problema planteado en el informe de las prácticas de laboratorio.
En concreto, resulta especialmente relevante en educación la atención ejecutiva, aquella que nos permite estar concentrados durante una tarea inhibiendo estímulos que se consideran irrelevantes.
Según Posner et al. (2015) citado por Guillen, Pellicer y Fores, (2016) Las investigaciones en neurociencia han demostrado que esta importante atención ejecutiva puede mejorarse con programas específicos de entrenamiento cognitivo. Pero también a través del ejercicio físico y del mindfulness. Durante el ejercicio físico se libera BDNF, una molécula que interviene en procesos neuronales básicos para el aprendizaje, como la plasticidad sináptica o la neurogénesis. Y el mindfulness, especialmente cuando se integra en los programas de educación emocional y social, constituye una estupenda forma de entrenamiento mental que mejora la atención ejecutiva y que ayuda a combatir el tan temido estrés crónico.
La atención constituye un recurso limitado y, como consecuencia de ello, no podemos mantenerla de forma focalizada durante periodos de tiempo prolongados. Diversos estudios demuestran que la capacidad del alumno para mantener la atención sostenida varía, en promedio, entre 10 y 20 minutos (Tokuhama, 2011 citado por Guillen, 2012). Ello sugiere la necesidad de realizar pausas durante la jornada escolar, o incluso laboral, para mejorar la eficiencia cognitiva.
Las Emociones
Según Guillen, (2012) Las emociones son reacciones inconscientes que la naturaleza ha ideado para garantizar la supervivencia y que, por nuestro propio beneficio, hemos de aprender a gestionar (no erradicar).
La neurociencia ha demostrado que las emociones mantienen la curiosidad, nos sirven para comunicarnos y son imprescindibles en los procesos de razonamiento y toma de decisiones, es decir, los procesos emocionales y los cognitivos son inseparables (Damasio, 1994 citado por Guillen, 2012). Además, las emociones positivas facilitan la memoria y el aprendizaje (Erk, 2003 citado por Guillen). Esto quiere decir que, en la aplicación de la docencia, e debe tomar muy en cuenta mantener un entorno emocional positivo para promover el aprendizaje de cada nuevo tema que se imparte a los educandos. Esto va relacionado directamente con los procesos ocurridos en el organismo gracias a emociones positivas o negativas. Por una parte, mientras que el estrés genera que en la amígdala (una de las regiones cerebrales clave del sistema límbico o “cerebro emocional”) se dificulte el paso de información del hipocampo a la corteza prefrontal, sede de las funciones ejecutivas, mientras que la liberación de dopamina, endorfinas (neurotransmisores del placer), genera una mayor facilidad de aprender, así como también el hecho de que algo genere curiosidad, se coopere, o se realicen juegos, tal como lo indica Howard-Jones (2016) y otros, citado por Fores, Guillen y Pellicer (2016) “En el caso concreto del juego, se ha visto que el reto asociado al mismo y el feedback suministrado al jugar son dos elementos esenciales que garantizan una mayor atención hacia los sucesos externos y, en definitiva, un mayor aprendizaje.”
Memoria
Es un proceso mental y una de las funciones más importantes del cerebro; es ocasionada por la conexión sináptica entre neuronas y se define como la capacidad para recordar.
Existen tres funciones básicas y diferentes tipos de memoria: codificación, almacenamiento y recuperación.
Existen dos tipos de memoria: a sensorial, a corto plazo y a largo plazo. La memoria sensorial, guarda información sobre percepciones visuales y auditivas. A corto plazo es conocida la memoria de trabajo, que retiene información del entorno, pero solo es conservada por 45 minutos aproximadamente, y esta se genera en el hipocampo. Ademas, la memoria a largo plazo, se puede almacenar permanentemente la información y es recuperada cuando es necesario. Este tipo de memoria es almacenada en la corteza prefrontal y luego puede pasar a otras áreas corticales. Según López, (2017) la memoria a corto plazo, que tiene impacto sobre el individuo o que es fijada por el, pasa desde el hipocampo a través de la amígdala a la corteza prefrontal para convertirse en memoria a largo plazo. Entonces, al estar implicadas estructuras del sistema límbico, existe una relación íntima entre las emociones, y la memorización de eventos o información, lo cual comprueba que las emociones si influyen en el aprendizaje. Dentro de la memoria a largo plazo existe una clasificación, entre ellas, la implícita, se adquiere por repetición, por ejemplo, montar bicicleta, aprender el abecedario, pero la explicita, que origina recuerdos conscientes sobre conocimiento del mundo y experiencias personales en la que intervienen otras regiones cerebrales.
Por otra parte, los estudios demuestran que una buena consolidación de la información requiere el sueño, una auténtica necesidad cerebral en la que se da una especie de regeneración neuronal que facilita la consolidación de lo estudiado durante la vigilia (Tononi y Cirelli, 2014 citados por Guillen). Y además, el sueño promueve la aparición del pensamiento creativo en el individuo.
Somos Seres sociales
Los seres humanos son considerados sociales ya que nuestro cerebro se desarrolla en contacto con otros cerebros. Asimismo, Guillen afirma que “El descubrimiento de las neuronas espejo resultó trascendental en este sentido porque estas neuronas motoras permiten explicar cómo se transmitió la cultura a través del aprendizaje por imitación y el desarrollo de la empatía”.
El aprendizaje del comportamiento cooperativo se da conviviendo en una comunidad en la que reina la comunicación. Cuando se colabora se libera más dopamina, y este neurotransmisor facilita la transmisión de información entre el sistema límbico y el lóbulo frontal, favoreciendo la memoria a largo plazo y reduciendo la ansiedad.
Aprendizaje
El aprendizaje se basa en cambios relativamente estables en la conducta o la mente que tienen lugar gracias a la experiencia. (Arranz, 2017)
El aprendizaje puede ser definido también como la forma de adquisición de información a partir de diversos métodos para almacenarla en la memoria y poder ser utilizada en el momento que sea necesario.
Existen dos tipos de aprendizaje según la teoría cognitiva, Aprendizaje memorístico y aprendizaje significativo.
El aprendizaje memorístico, ocurre cuando se emplea la repetición, sin analizar lo que estamos aprendiendo. Tal como expresa Arranz (2017) el aprendizaje memorístico se basa en retener mentalmente datos sin procesarlos detenidamente. En este caso, los contenidos memorizados no son comprendidos y tampoco se intenta analizar su significado, y la información suele olvidarse más fácilmente.
Por otro lado, en el aprendizaje significativo, la información es considerada valioso para el individuo, ya que es traducida a su propio lenguaje, y es relacionada con conocimientos previos. David Ausubel fue influido por figuras como Piaget y elaboró la teoría del aprendizaje significativo, que mantiene que “añadimos contenidos a la información de la que disponíamos previamente”. El aprendizaje significativo contrasta con el memorístico, ya que favorece la motivación de las personas para aprender y también permite que analicen y transformen la información para obtener nuevas ideas. Este puede darse por recepción, o por descubrimiento.
La Neurociencia permite comprender un poco más los procesos cognitivos que se desarrollan en el individuo, las diversas formas de aprendizaje que pueden tener, las cuales son definidas por diversas áreas corticales del cerebro, así como también por los hemisferios cerebrales. Gracias, a la neurociencia, se conoce que ambos hemisferios cerebrales contribuyen en la inteligencia de un ser humano, y de acuerdo a la teoría de inteligencias múltiples, una persona puede desarrollar varias inteligencias, lo cual es lógico, ya que existen áreas corticales encargadas del lenguaje hablado y escrito (su comprensión y articulación), otras de la capacidad sensorial (audición, olfato, visión, tacto, gusto), capacidades motoras, la memoria a corto, mediano y largo plazo; y todas estas funciones van a ser variables de acuerdo al hemisferio cerebral (El hemisferio izquierdo se inclina por el razonamiento verbal, lógico, numérico; y el hemisferio derecho se inclina hacia la creatividad, imaginación, habilidades artísticas). Esto quiere decir que el estudio del sistema nervioso, en especial del cerebro permite poner en evidencia que a pesar de que estructural y funcionalmente éste es “igual”, en cada ser humano la actividad cerebral es distinta y por tanto las habilidades e inteligencias desarrolladas también lo son.